Joanot Martorell

Portada de Tirant lo Blanc

Todo indica que posiblemente naciera en Gandía, alrededor de 1413 y 1415, en una familia de noble linaje, con belicosos caballeros. En 1433 ya aparece documentado como caballero, y cuatro años más tarde tiene un enfrentamiento con Joan de Monpalau, primo suyo que había deshonrado a su hermana Damiata al no cumplir su promesa de casamiento. Martorell le desafió a muerte y durante los ocho meses siguientes, intercambiaron letras de batalla, en las que se pone de manifiesto el dominio, que ambos tienen, de la prosa, de la ironía y el sarcasmo. En 1438 Martorell busca un juez que los emplace para el duelo, encontrándolo en Enrique VI de Inglaterra, razón por la que emprendió viaje a Londres. Una vez allí, el encuentro se aplazó, siendo zanjado mediante una suma de florines.

Martorell permaneció un año en la corte inglesa, estando en contacto con caballeros de toda Europa. Enrique VI le había dejado un valioso manuscrito con una versión francesa de la novela Guy de Warwich; el escritor la tradujo con el título de Guillem de Vàroic, intercalando episodios del Llibre de l'ordre de cavalleria de Ramón Llull. En el Guillem de Vàroic se encuentran muchos elementos que aparecen en los primeros 39 capítulos de Tirant lo Blanc, obra maestra de Martorell y pieza fundamental en la evolución de la narrativa europea. La empezó en Valencia el 2 de enero de 1460, no llegando a concluirla. La obra fue publicada en Valencia en 1490, y según consta en el colofón fue completada por otro valenciano llamado Martí Joan de Galba.

Tirant lo Blanc: La trama de esta novela de aventuras caballerescas tiene una estructura compleja, donde se alternan pasajes de batalla hasta detalles minuciosos de tono más reflexivo y doctrinal. Joanot Martorell dedicó Tirant lo Blanc al príncipe Fernando de Portugal, hijo del rey Duarte, informando que había traducido la novela "de la lengua inglesa a la portuguesa y, después, de la portuguesa al valenciano".

La primera parte se desenvuelve en Inglaterra, y narra la ultima gesta del conde Guillem de Vàroic, los sarracenos invaden Inglaterra y derrotan a su rey; Guillem deja entonces su retiro y salva la situación; el rey se casa con la hija del rey de Francia, y tienen lugar fiestas grandiosas, que Martorell describe con colorida vivacidad; se supone que narra las celebraciones del matrimonio de Margarita de Anjou, en el año 1444.

Uno de los caballeros que se dirigen hacia los torneos de Londres, se retrasa y encuentra a un ermitaño que está leyendo un libro caballeresco. El caballero es Tirant lo Blanc, así llamado por ser hijo de una duquesa bretona llamada Blanca. El ermitaño le alecciona en las reglas caballerescas, inspirándose en el Libro de la orden de caballería de Ramón Llull. Al regresar de las fiestas y celebraciones de la boda real, Tirant, vuelve a visitar al ermitaño y le cuenta todo lo que ha visto, evitando hablar de sí mismo; es entonces, cuando lo sustituye en la narración el caballero Diafebus, que informa al ermitaño acerca del pasado caballeresco de Tirant. Diafebus relata cómo obtuvo de la bella Agnés un broche para obrar bien; cómo se desafió con otro caballero y lo venció, pero quedó herido gravemente; cómo se probó con un alano del príncipe de Gales; cómo en singular combate mató dos reyes y dos duques; cómo, en fin, venció a Tomás de Muntalba, el cual, viéndose vencido, entró en la orden franciscana.

Las dos narraciones de Tirant y de Diafebus ocupan cerca de doscientas páginas. Una vez el lector ha sido informado del pasado de Tirant lo Blanc, éste se despide del ermitaño y vuelve a Bretaña; van a visitar al duque de Nantes, donde se enteran de que la isla de Rodas ha sido asaltada primero por los genoveses y después por el sultán de Egipto. Tirant decide ir a socorrer a los caballeros de Rodas. Arma una gran nave (en la cual se embarca a escondidas Felipe, el menor de los hijos del rey de Francia) y emprende el viaje. Hacen escala en Lisboa; en el estrecho de Gibraltar combaten contra una flota sarracena, y atracan en Palermo, donde surge un idilio entre Felipe y la bella Ricomana, hija del rey de Sicilia. La nave de Tirant zarpa de Sicilia cargada de víveres, rompe el bloqueo de la flota genovesa en torno a Rodas y avitualla a los caballeros asediados; después, Tirant ataca solo a los infieles, mata parte de ellos y desarma a otros, y los obliga así a levantar el asedio.

Una vez liberada Rodas, Tirant y los suyos parten en dos galeras venecianas hacia Tierra Santa; después de visitarla, en Alejandría rescatan centenares de esclavos cristianos; regresan a Palermo y allí celebran con gran pompa las bodas de Felipe y Ricomana. Pero el rey de Sicilia recibe un mensaje del emperador bizantino de Constantinopla, el cual, amenazado por las fuerzas del sultán de Egipto y del Gran Turco, pide la ayuda del célebre y valeroso caballero bretón.

Tirant lo Blanc se traslada entonces a la capital del imperio bizantino, dando así comienzo una gloriosa aunque fantástica carrera en el próximo Oriente, la cual parece inspirada en las gestas de Roger de Flor, el caudillo de la "campaña catalana" asesinado en Adrianópolis en 1305. Durante unas ochocientas páginas, Tirant realiza prodigios de valor militar. Vence al pérfido duque de Macedonia; mata al rey de Egipto; asalta y desbarata los ejércitos del Gran Caramany y del rey de la India, y al regreso efectúa una entrada triunfal en Constantinopla, cura de sus heridas, se embarca, y su nave es arrojada por una tempestad a las costas de Berbería; en tierras de África tiene tratos con los reyes musulmanes de Tlemecén, Túnez, Bugia y Fez. Vuelve para salvar a Constantinopla de un nuevo asalto conjunto del sultán de Babilonia y del Gran Turco. Finalmente se casa con Carmesina, la bella princesa bizantina de la que se había enamorado desde el primer día y es nombrado sucesor del trono imperial, pero muere de enfermedad durante las fiestas nupciales.

En las aventuras de Tirant se enlazan a sus fieles compañeros; pero, el interés de la obra no reside únicamente en las empresas caballerescas o las aventuras amorosas, sino en la presentación de las costumbres y en el relato de las estancias en la suntuosa corte bizantina, con su atmósfera de sensualidad oriental y de refinada inmoralidad. Personajes como las doncellas Plaerdemavida (Placer de mi vida) y Estefanía, la Viuda reposada e incluso la Emperatriz, que toma un amante, no desentonarían en las páginas del Decamerón por el modo en que siguen el dictado de los sentidos. Al mismo Tirant no le parece incompatible la ley de caballería con el placer amoroso; con todo, consigue permanecer fiel, entre muchas tentaciones, a su Carmesina, de manera que la conmovedora muerte de ambos imprime al final de la novela un aliento patético.

Destacar en la novela de Joanot Martorell, el gusto por el pormenor decorativo y por las ceremonias y los esplendores de las cortes; una capacidad de realismo argucioso, que a veces parece tratar irónicamente las rígidas normas caballerescas; y, en general, una ligereza de toques verdaderamente mediterránea.

El Tirant lo Blanc penetró pronto en Italia. En 1500 Isabel de Este, marquesa de Mantua, lo leía en su original, y al año siguiente, para complacerla, Niccolò da Corregio comenzó una traducción del libro, que permaneció inédita; Boiardo y Ariosto sacaron de episodios del Tirant lo Blanc el tema y la materia para dos episodios de sus poemas. En 1511 se publicó en Valladolid una traducción castellana; en 1583, en Venecia, una traducción italiana de Lelio di Manfredi. La fama de que gozó el libro a lo largo del siglo XVI es comparable con la del celebrado Amadís de Gaula.




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