Supermarine Spitfire


No se puede hablar del Spitfire sin hacer mención de quien lo diseñó, Reginald J. Mitchell. Mitchell, nació en las midlands y era un apasionado de la aeronáutica. Se colocó con 24 años como director de diseño de la empresa aeronáutica de Noel Pemberton Billing de Southampton. Durante la primera guerra mundial la Pemberton Billing, pasó a llamarse Supermarine Aviation Works. Empleó los conocimientos adquiridos, para fabricar hidroaviones.

Reginald J.Mitchell
La aviación, durante los años 20 y principios de los 30, está empeñada en batir marcas. Se trataba de ir más rápido y más lejos, entre los hidroaviones se competía en la copa Schneider. El equipo de Mitchell ganó la copa en 1922 con el “Supermarine Sea Lion”. Entre 1925 y 1929, Mitchell y su equipo desarrollaron los hidroaviones Supermarine S4, S5 y S6 para competir en la misma copa. El S4 batió el récord de velocidad de hidroaviones pero se estrelló antes de participar en la Schneider. Sus sucesores ganaron la copa en 1927 y 1929. El S6 artífice de la última victoria, empieza esbozar en su morro las líneas del Supermarine Spitfire y es capaz de volar a 570 Km/h. En 1931 el S6B obtuvo nueva victoria y dejó el récord de velocidad en 650 Km/h.

En 1931 el ministerio del aire británico vio necesario reemplazar el caza biplano Bristol Bulldog y el equipo de Mitchell presentó su propuesta para Supermarine, ahora absorbida por Vickers Aviation. Nació así el Supermarine 224, que parece un Stuka, aunque empiezan a intuirse la líneas del Spitfire. Sin embargo no ganaron la adjudicación del proyecto que fue al Gloster SS 37, conocido en servicio como Gloster Gladiator.


El nuevo caza en el que trabajaba Mitchell (Supermarine 300) era un diseño de ala elíptica bastante innovador. El objetivo era superar el Bf 109 y tenerlo listo antes de morir, Mitchell padecía cáncer,  o que empezase la guerra. El 5 de marzo de 1936 despegó el primer prototipo y las pruebas impresionaron. El Spitfire era un caza de líneas modernas y extremadamente rápido,  gracias a su motor Rolls-Royce Merlin refrigerado con aceite.

Poco antes, había entrado en fabricación el Hawker Hurricane, pero el Spitfire lo superaba en todos los aspectos, era más ligero, más rápido y más maniobrable y se artilló con la friolera de ocho ametralladoras.

El director de Vickers, Robert MacLean, decidió que llevaría por nombre el de algún animal salvaje que empezase por la letra “S”. Pensó en llamarlo “Shrew” término inglés para referirse a una mujer fiera. El término “spitfire” se utiliza también en inglés como sinónimo de Shrew, viene a ser “fierecilla” y era el apodo cariñoso con el que MacLean llamaba a su hija. Descomponiendo el término, hace referencia a la potencia de fuego del avión (Spit+fire = Escupir+fuego).


En Junio de 1937, Mitchell perdió su batalla contra el cáncer, murió a los 42 años y no vio entrar a su creación en acción. Durante 1938 se formaron los primeros escuadrones con estos cazas en la RAF y las primeras escaramuzas contra Alemania llegaron a finales de 1939. En el verano de 1940 se alcanzó el apogeo de la batalla de Inglaterra. La prueba definitiva del Supermarine Spitfire había llegado, en este momento para Hitler era imprescindible dominar el cielo inglés y su Luftwaffe contaba con una desalentadora proporción de 4 a 1 frente a la RAF. Los ingleses tuvieron muchas bajas en los primeros meses, pero Göering y Hitler cometieron el error de comenzar a atacar objetivos civiles, concediendo a la RAF tiempo para reaccionar y dar un golpe de efecto.

La mala estrategia de Göring colocó sobre el canal una Luftwaffe compuesta por bombarderos medios escasamente artillados, tipo Ju 88 o He 111, escoltados por cazas pesados Bf 110, a su vez apoyados por los temibles Bf 109. La RAF que disponía del radar se lanzaba sobre los atacantes antes de que alcanzaran la costa inglesa en grupos compuestos por aviones Hurricane y Spitfire Mk II. Los Hurricane daban cuenta de los bombarderos mientras los Spitfire peleaban contra los Bf 109, pues los Messerschmitt Bf 110 no eran rivales. El avión de Mitchell se mostró superior al caza de Willy Messerschmitt, era más rápido y más ágil. Las bajas alemanas duplicaban las británicas, el Spitfire era letal.

Con la batalla de Inglaterra ganada, al diseño de Mitchell se incorporaron cañones de gran calibre para igualar las potencias de fuego que manejaban los cazas alemanes. Hablamos del Spitfire Mk V que se las empezó a ver con el que considero que es el mejor avión alemán a pistón, el Fw 190 que lo superaba en muchos aspectos. Los ingenieros Ingleses respondieron con el Spitfire Mk IX, equipado con una nueva planta motriz Rolls-Royce Merlin de más potencia. Este Spitfire era el único aparato capaz de plantar cara, en igualdad de condiciones al Fw 190. Eran aviones tan rápidos que podían alcanzar a las bombas volantes (misiles) V1 alemanas y derribarlas.


En general fue un caza que se pudo en ver en todos los frentes, desde el norte de áfrica, Australia, Indias Orientales… e incluso versiones embarcadas como el Seafire.

El Spitfire se produjo hasta 1947 en versiones con motores tan potentes que necesitaban de cinco palas en las hélices para aprovechar su potencia, punto en el que deja de ser práctica esta propulsión (ya que las palas “resbalan” sobre el aire y no lo propulsan con eficiencia) y hay que pasar a construir motores a reacción. Para hacernos una idea del orden de magnitudes, los primeros Rolls-Royce Merlin tenían potencias entorno a los 760 KW y los últimos Rolls-Royce Griffon 1520 KW. 



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