Independencia, Fragata de Perú


Rendida en la Bahía de Cheureñate 

    La fragata blindada Independencia fue el primer buque blindado ordenado por la Marina de Guerra del Perú y considerado uno de los más modernos de su tiempo. La idea de comprar buques blindados fue del presidente Ramón Castilla en 1862. Encargándole la compra a Federico Barreda, ministro de Perú en Estados Unidos, que en tratos con John Ericsson, logró un ofrecimiento de la venta de algunos de los monitores Clase Passaic, compra que no se materializó porque el Congreso Peruano no aprobó el desembolso. Estos monitores no eran aptos para altamar.

    El 10 de julio de 1863 llegó al Callao una Expedición Científica española, en buques de la Armada Real de España, compuesta por las fragatas Triunfo, en la cual viajaba una comisión científica de especialistas, con el objeto de hacer toda clase de estudios, Resolución, la goleta Vencedora y la cañonera Virgen de Covadonga que eran superiores a la escuadra peruana y a otras como la británica o la francesa. Esa Expedición Científica traía instrucciones secretas de apoyar por la fuerza toda reclamación que fuera presentada por los súbditos españoles contra los gobiernos americanos. Las instrucciones recomendaban al Jefe de la Expedición Almirante Luis H. Pinzón ser especialmente fuerte con el Perú por haberse negado a pagar la deuda de la independencia. ​ Los buques españoles regresaron al Callao en diciembre y es cuando el gobierno del general Juan Antonio Pezet decidió enviar una comisión a Europa para construir dos blindados, capaces de enfrentarse a los navíos españoles, o combatir a alguna otra posible injerencia extranjera.

    En enero de 1864 fueron enviados a Inglaterra el capitán de corbeta Aurelio García y García y el teniente primero Miguel Grau. El primero firmó un contrato para la construcción de dos blindados en marzo, pero por falta de fondos del gobierno, se suspendió la construcción de uno en mayo y el otro no se empezó a construir sino hasta junio de ese año. Era un buque blindado con batería central, basado en el HMS Achilles, siendo su construcción supervisada por Aurelio García y García, que luego sería el comandante del blindado. Su casco era de hierro de una pulgada de espesor, con doble fondo y dividido en 3 secciones longitudinales; blindada con planchas de hierro de 4,5 pulgadas de espesor en su sección central y en toda la línea de agua sobre un embono de 10 pulgadas de madera de teca. La proa tenía forma de ariete, con espolón.

    Muchos historiadores peruanos y militares de la época afirmaban que este buque era el mejor de la escuadra peruana, pero Miguel Grau lo consideraba un acorazado obsoleto inferior en capacidad bélica al vapor de torreón blindado Huáscar. En todo caso, ambos superaban a todas las naves existentes en las armadas sudamericanas y colocaban a su armada en una posición de claro dominio, al menos teórico.

    Su armamento original fueron cañones rayados de avancarga, con el lema "Honor y Patria". Terminada su construcción, tenía en la batería central 12 cañones Armstrong de 70 libras con 6,4 pulgadas de calibre, 126,5 pulgadas de largo y 9.000 libras de peso por pieza. Los de la cubierta eran dos cañones giratorios Armstrong de 150 libras y 8 pulgadas de calibre, de 129,85 pulgadas de largo y con peso de 15.680 cada uno, colocados a proa y popa. Tenía también 4 cañones para artillar las lanchas, de 9 libras y 3 pulgadas de calibre y 650 libras de peso cada uno.

    En 1871 se le desarmó completamente. En 1872, al recibir el mando, nuevamente, Aurelio García y García, se le vuelve artillar y se le agregan 4 cañones de ánima lisa de 32 libras en vez de los cañones rayados de 150 libras. Con motivo de la posibilidad de una guerra con Chile se le agregaron dos ametralladoras en cubierta. Se le colocó en proa uno de los cañones Armstrong de 300 libras y 10 pulgadas de calibre que artillaban el Callao, pero fue retirado el 18 de marzo de 1879 y se le reemplazó por un cañón rayado Vavassuer, de 9 pulgadas que disparaba proyectiles de 232 libras, con alcance de 4.300 m. En popa se le colocó un cañón Parrott de 150 libras. En la batería central llevaba 12 cañones de 70 libras y en las amuras de proa los otros dos de 150 libras que anteriormente estaban en cubierta. Lamentablemente, al cambiar de pieza de artillería en proa, para disparar contra un blanco, debía cambiar de rumbo hacia él y batirlo; tenía corredera fija y no se le podía poner giratoria por el peso del cañón, aunque se retirara el baúpres, que pesaba 5 toneladas. Se quedaron en el Callao, dos de los cañones Armstrong de 9 libras. 

    Vino de los astilleros equipado con 2 lanchas de 40 pies, construidas de caoba, roble y haya, clavadas en cobre pero solo una era a vapor, con doble hélice. Como ambas lanchas estaban en mal estado, el comandante, Juan Guillermo More, las dejó en el Callao el 15 de mayo de 1879 para su mantenimiento. También se quedaron en el Callao los dos cañones de 9 libras que les correspondían, de los cuales uno estalló durante el golpe de estado de Piérola. La lancha que era a vapor, fue artillada a mediados de abril de 1880 durante el Bloqueo del Callao, formando parte de la flotilla de las Fuerzas Sutiles. Su armamento era una ametralladora de 5 cañones en la cámara de popa, un cañón Preston de 12 libras en el castillo de proa y un torpedo con mecha, que era una caja con 32 libras de carga explosiva para lanzarlo a mano. Se le llamó Independencia, por el buque del que procedía y estaba asignado al transporte Rímac, que se encargaba de tripularlo. Fue hundida en el combate del 25 de mayo de 1880.

    Para evitar que el buque fuera embargado ante la inminente guerra entre Perú y España, García y García decidió salir de Greenhithe el 26 de enero de 1866, con algunos operarios a bordo para terminar las obras del buque en el río Escalda, donde se le instaló la artillería, arreglado el aparejo, puesto a punto la maquinaria y embarcaciones menores. El 17 de febrero, ya lista, zarpó hacia Brest. El 24 de febrero, en convoy junto con el vapor fletado Thames y el blindado Huáscar, partió hacia el Pacífico. Durante el viaje, el 28 de febrero, la Independencia colisionó en alta mar con el Huáscar, cuya máquina se había detenido sin notarlo el oficial de guardia, que era hermano del comandante de la Independencia. 

    El 3 de agosto de 1866 se produjo la renuncia de 35 oficiales peruanos en Valparaíso cuando se nombró al contralmirante norteamericano John Tucker como Jefe de la Escuadra Peruana. El mando de la Independencia fue asumido por el capitán de fragata José María García y entró al Callao el 24 de agosto. Después de un mantenimiento y entrada a dique, regresó a Valparaíso, donde llegó el 26 de octubre de 1866, permaneció ahí hasta que una revolución que estalló en Perú en septiembre de 1867, produjo la renuncia del presidente Mariano Ignacio Prado en enero de 1868, regresando al Callao, donde entró el 26 de febrero del mismo año.

    Un hecho importante en la Marina de Guerra del Perú fue la sublevación del Huáscar en 1877. Partidarios de Nicolás de Piérola habían sublevado al Huáscar la noche del 6 de mayo de 1877. El gobierno del General Mariano Ignacio Prado formó una División Naval para someterle. La división estaba al mando del capitán de navío Juan G. More, compuesta por la Independencia, en donde More era el comandante, la corbeta Unión, al mando del capitán de navío Nicolás del Portal, el monitor Atahualpa y el transporte Limeña, que remolcaba al monitor.

    La División Naval salió del Callao el 11 de mayo y se reunió con la cañonera Pilcomayo en Iquique. El 28 de mayo, la Independencia, la Unión y la Pilcomayo se enfrentaron al Huáscar en el Combate de Punta Pichalo, sin éxito alguno. Finalmente el Huáscar se entregó a la escuadra peruanas al mando de More el 31 de mayo. 

    Cuando empezó la guerra del Pacífico, el navío estaba en mantenimiento, programado desde el año anterior. El 10 de mayo fue incorporado a la Primera División Naval al mando del capitán de navío Miguel Grau y conformada por el blindado Huáscar y el transporte Chalaco. El 21 de mayo de 1879, durante el combate naval de Iquique, torpemente el capitán de la Independencia no comprendió la estrategia del comandante chileno Carlos Condell de la Haza que lo atrajo hacia aguas poco profundas, el resultado fue que encalló a la altura de la península de Punta Gruesa mientras perseguía a la goleta Covadonga de la Escuadra chilena. El capitán Juan Guillermo More Ruiz, al pretender encerrar a la nave chilena al salir de la caleta El Molle, decidió atacarla mediante el empleo del espolón, pero la nave chilena navegaba, estratégicamente, muy pegada a la costa, aprovechando su menor calado. La maniobra fue una combinación de errores, por una parte defecto del comando, que arriesgó más de la cuenta al sentir que rozaba el fondo submarino y seguir adelante; y por otra, un defecto en las transcripciones de las cartas de navegación peruana que no constataban la existencia de una roca submarina que el propio Jefe de la Segunda División Naval del Perú, Aurelio García y García, había consignado en la carta oficial. La roca impactó en el bajo fondo del casco, destrozándolo, escorando la nave a babor y quedado inhabilitada para navegar.

    Ante el percance, el comandante chileno de la Covadonga, Carlos Condell de la Haza, invirtió su rumbo al sur y comenzó a atacarla, aprovechando que el comandante de la Independencia había ordenado la evacuación del buque. Tras frustrados intentos de capturar a la Independencia, la antigua goleta Covadonga, se dio a la fuga ante el avistamiento del monitor Huáscar. El Huáscar intentó dar caza al buque chileno, pero la distancia entre ambos buques era ya era de 20 km, por lo que Grau decidió volver al norte para evaluar la situación de More y su buque.

    Los restos del navío Independencia fueron incendiados por orden del comandante Miguel Grau Seminario. La pérdida de la poderosa Independencia minimizó la victoria que el Huáscar obtuvo frente a la débil Esmeralda, al conseguir el rompimiento del bloqueo del puerto de Iquique. Luego de este enfrentamiento entre chilenos y peruanos, la escuadra peruana quedó mermada sustancialmente. 

    More fue embarcado con la tripulación sobreviviente en el transporte Chalaco y desembarcado en Iquique donde luego bajo las órdenes del general Juan Buendía fue enviado por tierra a Arica para colaborar en la defensa de esta ciudad mientras que su tripulación sobreviviente era llevada en el transporte Chalaco hacía el mismo destino. El capitán More muy afectado, decidió pagar con su vida la vergüenza de haber perdido absurdamente su nave, tomó brevemente el mando del monitor Manco Cápac y luego fiel a sus dichos falleció con honor en la cima del morro durante la defensa de Arica el 7 de junio de 1880.

    En 1963, un grupo de buzos avistó en Punta Gruesa a 12 m de profundidad lo que quedaba de la fragata: un ancla, cañones y restos menores, su casco de hierro estaba totalmente destruido en los roqueríos, las pocas piezas rescatadas están exhibidas en el Museo Naval de Iquique y el de Valparaíso.

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