Mary Celeste


La historia del velero estadounidense conocido como “Mary Celeste” es uno de los misterios más famosos que aun no se ha logrado desentrañar. En 1872, el “Mary Celeste”, con sus 31 metros de eslora y 282 toneladas de peso, fue hallado navegando a toda vela por el Atlántico rumbo a Gibraltar. La comida estaba servida y los botes salvavidas en su lugar, pero la tripulación había desaparecido inexplicablemente. 

La embarcación, que ya tenía fama de estar maldita, fue vendida al mercader neoyorquino James H. Winchester por 11.000 dólares en 1869., para quien serviría como nave mercante, hasta que en 1872, uno de los sucesos más extraños de la historia tuviese lugar.


Bajo el mando del capitán Benjamin Briggs, el barco partía el 5 de Noviembre desde Nueva York con rumbo a Génova. En sus bodegas llevaba un preciado cargamento de barriles de alcohol industrial, mucho más valioso que el navío en sí. La tripulación constaba del capitán, siete experimentados marineros y dos pasajeras. Sarah, la esposa del capitán y Sophia Matilda, su pequeña hija de 2 años, ya que pasarían un tiempo en familia por Italia. 

La primera semana de diciembre de 1872, el mercante británico “Dei Gratia” avistó el barco con las velas extendidas, a 600 millas de la costa portuguesa, entre las islas Azores y Lisboa. El capitán, tras observar el barco durante varias horas y no ver a nadie en cubierta, mandó a algunos de sus tripulantes a abordar la nave. Una vez a bordo, la nave estaba desierta. La ropa de unos y otros estaba ordenada en sus respectivos cajones, así como joyas y objetos de valor, la comida y el agua. En la cocina del barco, una olla con pollo recién cocido se apoyaba sobre el fogón aun caliente. Y en la mesa, los platos de comida se encontraban servidos, y tres tazas de té se hallaban aun tibias. No encontraron el bote salvavidas, el sextante, el cronómetro ni la bitácora. Todo parecía señalar que los diez tripulantes del “Mary” habían abandonado el barco poco tiempo antes, sin embargo, y aunque encontraron agua en varias partes del barco, la embarcación se encontraba en buen estado, los botes de salvamento no habían sido utilizados y no parecía haber sufrido una tempestad. Tampoco mostraba indicios de incendio, explosión, motín o violencia. 


El diario de navegación se encontraba en el cuarto del capitán; la última anotación era del día 24 de noviembre, pero no señalaba nada relevante. Según el diario, el tiempo había estado revuelto, pero ninguna otra circunstancia extraña. 

El barco fue llevado a Gibraltar, se descubrió que la nave tenía roturas en su base inferior, pero luego se comprobó que fueron producidas por el mar, y que no comprometían el equilibrio de la embarcación. Del mismo modo, un año después también se conoció que el capitán desaparecido, y el del barco inglés que halló al "Mary" eran amigos, por lo cual se levantó la sospecha de un posible arreglo para cobrar el seguro de rescate, pero el monto era tan pequeño que realmente no se justificaba el montaje de semejante espectáculo. 


Fue usado durante 12 años más, hasta que en un intento de fraude a la compañía aseguradora por su actual propietario fue cargado con exceso de peso y hundido. En 2001 fueron descubiertos sus restos en el arrecife de Rochelais, frente a las costas de Haití. Y 116 años después aún se barajan teorías dispares sobre el misterio de la desaparición de toda la tripulación, unos dicen que fueron piratas, otros más imaginativos que una misteriosa criatura marina, y otros que un simple motín, el caso es que dudo que nuca sepamos que ocurrió de verdad a bordo del Mary Celeste.

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