Iglesia de Santa María de Eunate en Navarra
El nombre de Eunate, en euskera significa
"cien puertas" en alusión directa a la arquería o claustro que rodea
el perímetro de la iglesia. Ehun = "cien"; Ate =
"puerta". Otra teoría sobre su nombre, indica que el nombre
original de Eunate, sería Onate que en euskera querría decir "la buena
puerta" (Ona Ate), en referencia a que la iglesia sería una puerta de
acceso a la paz espiritual. Como curiosidad indicaré que en latín el término
"eunato" significa "bien nacido".
Aunque hoy se encuentra en medio de la nada,
en el momento de su construcción la iglesia formaba parte de un complejo
formado por diversos edificios del que la iglesia sería el templo del conjunto.
Estas dependencias formarían parte de un priorato u hospital o, más
probablemente, ambas cosas.
Se le ha atribuido orígenes templarios,
hoy día tal atribución está descartada, considerándose que además de servir
para enterrar a los peregrinos, y formar parte del conjunto antes citado,
servía de faro a los peregrinos del Camino de Santiago. Para ello la iglesia
disponía de una pequeña linterna en su tejado que permitía mantener encendido
un fuego día y noche, aunque no se han encontrado restos de la linterna. Esta
teoría, la viene a confirmar la existencia de una pequeña torre que mediante
una escalera de caracol lleva al tejado de la iglesia, no tendría sentido la
existencia de esta pequeña torre para subir exclusivamente al tejado. La
espadaña existente actualmente en el tejado es muy posterior en el tiempo, ya
en 1520 se tiene constancia de su existencia.
En cuanto a su atribución a los
templarios, sus seguidores exponen que muchas marcas de canteros que se
encuentran distribuidas por los sillares de la iglesia, son marcas de canteros
templarios. También se aduce su similitud en cuanto a su forma con la Cúpula de
la Roca de Jerusalén situada en el antiguo templo de Salomón y donde los
templarios tuvieron su sede. Es conocida la afición de los templarios por
construir las iglesias de sus encomiendas con tan particular forma
octogonal.
Otra posibilidad es que el templo de
Eunate fuera la iglesia de un Hospital de la Orden de San Juan del Hospital,
del que si existe documentación. Un documento del Priorato de Navarra de los Caballeros
de San Juan de Jerusalén, citan en 1251, un pacto con unos cofrades de Obanos
para que éstos puedan reunirse en el hospital que la orden tenía en el Camino,
incluso se refiere una autorización para que puedan recibir sepultura en
él.
Otra hipótesis es que fuera mandada
construir por una reina de nombre Sancha, y que la misma fuera enterrada en ese
mismo lugar, hipótesis también puesta en entredicho por los expertos. Existe
un documento de 1520 de la Catedral de Pamplona, en la que se citan las
numerosas sepulturas que aquí se hallan, especialmente una más importante por
su tamaño y ubicación que corresponde a la reina o dama que hizo construir este
templo. Lo que apoya la hipótesis anterior.
Otra de las es la que dice que el rey
Salomón entregó a los templarios los restos de la reina de Saba para enterrarlos
en el Camino de Santiago. Para mantener en secreto el lugar del enterramiento
el rey Salomón entregó a los templarios un código secreto que dicen está
esculpido en los pórticos gemelos de Eunate y Olcoz. Queda fuera de duda
que la iglesia hacía las veces de cementerio de peregrinos, ya que se han
encontrado enterramientos con la concha de peregrino, lo que evidencia su
finalidad. Los enterramientos se realizaban en el espacio ocupado por la
arquería exterior.
Se trata de una iglesia de planta
octogonal, construida en el siglo XII y su principal característica es la
existencia de un deambulatorio, arquería o claustro exterior a su alrededor
también de forma octogonal. Circunvalando ambos elementos un pequeño muro
protege todo el conjunto. Cubierta de forma piramidal a ocho aguas, hecha con
lajas de piedra. En lo alto una espadaña y una pequeña torre de planta
cuadrangular que servía para subir al tejado por una escalera de caracol,
existente en su interior.
ÁBSIDE: En el lado este, encontramos el ábside
pentagonal al exterior y semicircular al interior. Sostenido por pequeñas columnas
que se alienan bajo el alero en alternancia con los canecillos, en forma de
cabezas humanas. En los paños resultantes se abren ventanas, tres de ellas
caladas y las otras dos ciegas. Todas ellas de arco de medio punto sobre
columnas con capiteles de decoración vegetal. Las columnas que dividen los
paños también tienen capiteles con decoración vegetal. En cuanto a los
canecillos podemos encontrar tres canecillos por paño. Por el
interior de la iglesia, el ábside es semicircular y se encuentra cubierta con
una bóveda de horno. Esta bóveda se sustenta en unos nervios de forma
cuadrangular que descansan en columnas con capiteles y que enmarcan una
arquería formada por arcos de medio punto, que se corresponden con las ventanas
que podemos observar en el exterior. Debajo de esta arquería, encontramos otra
arquería completamente ciega de cinco arcos apuntados apoyados sobre
columnas.
INTERIOR: Los muros interiores están construidos con sillares de
buena factura. En cada ángulo que forma el octógono, encontramos una columna
que acaba en un capitel decorado con motivos vegetales que a su vez y mediante
una imposta corrida delimita un primer cuerpo del edificio. Sobre esta columna
se levanta otra columna más corta, acabada en un capitel también decorado con
motivos vegetales que a su vez corre sobre otra imposta corrida hacia las
ventanas, estamos en el segundo cuerpo del edificio. En el tercer y último
nivel, nacen los nervios que forman la original cúpula de la iglesia, nervios
que convergen en la clave que cubre el espacio. Los ocho nervios cuadrangulares de la
bóveda interior, sin clave común, acusan la influencia musulmana, muy propia
del sincretismo cultural jacobeo. Los ángulos inscritos entre los nervios son
todos diferentes, lo que viene a demostrar que los ocho lados del templo no son
iguales. La luz penetra en su interior a través de unas aberturas o lucernarias
abiertas en el techo de formas geométricas, tamizadas por placas de alabastro. La
decoración interior de la iglesia se limita prácticamente a los capiteles de
las columnas, se tratan de acantos, helechos y frutos. A la altura del ábside
(en el lado del evangelio) encontramos decoración con figuras humanas: una
bailarina danzando acompañada de dos músicos. En el lado contrario un capitel
con dos cuadrúpedos con cabezas de pájaros, entre los cuales se levanta un
árbol de la vida, en otro capitel, dos ángeles con alas uno de ellos tocando
una trompeta.
En su altar mayor, encontramos una imagen
románica de la Virgen de Eunate, es una copia, ya que la original fue robada
años atrás. Se trataba de una imagen de finales del siglo XII o principios del
XIII. Es una imagen de la Virgen con el Niño, típica del románico. En el altar
y hasta 1950 en que fueron desmontados, se podían encontrar tres retablos, el
principal de estilo plateresco del siglo XVI. En la actualidad luce el ábside
vacío, con la sola presencia de la imagen-copia de la Virgen de Eunate obra del
valenciano José López Furió.
PORTADAS: Tiene dos puertas de acceso, una al norte
que es la principal, y la otra al oeste que enfrenta al altar y que es bastante
más simple en su decoración que la principal. Por esta puerta es por la que se
entra en la iglesia. La situada a los pies de la iglesia, la
más sencilla, está formada por un arco de medio punto con guardalluvias de
decoración floral. La situada al norte, está formada por un
arco de medio punto con cuatro archivoltas baquetonadas que apoyan en columnas,
las dos exteriores con decoración vegetal y las dos interiores con imágenes de
cabezas de hombres de largas barbas enroscadas. La archivolta más exterior y
que haría de guardalluvias tiene una decoración longitudinal de figuras y las
interiores decoración formada por palmetas, roleos, bolas y decoración
geométrica.
Existe una leyenda que dice: Encargado un
maestro de obras de la confianza de la Orden del Temple de la construcción de
la portada de Santa María de Eunate, y sin haberla finalizado, este tuvo que
marchar sin dar explicaciones. Como pasaba el tiempo y el maestro de obras no
volvía, los templarios acordaron con un maestro de obras local que terminara la
portada y con gran pericia logró terminarla en tan sólo tres días. Una vez
regresó el primer maestro de obras y viendo finalizada su obra, reclamó a los
monjes del temple explicaciones, por lo que estos emplazaron al maestro a ver
si era capaz de hacer otra portada igual en tan sólo tres días, que era el
tiempo que había tardado el maestro de obras local en terminarla. Viéndose el
maestro de obras en un apuro, conjuró poderes infernales que le ayudaron a
realizar una nueva portada en el tiempo indicado. En esto que el maestro de
obras local viendo la nueva portada, loco de ira de un puntapie mandó la nueva
portada hasta el vecino pueblo de Olcoz, donde permanece en la iglesia de San Miguel.
EXTERIOR: En su parte exterior, en las esquinas que
forman cada lado del octógono, encontramos altas columnas con capiteles de
decoración vegetal que terminan el tejado. El objeto de estas columnas es el
sostenimiento de la cubierta. Por debajo del tejado encontramos alrededor de
toda la iglesia una serie de modillones. En cada paño del octógono
encontramos pequeñas columnas con capitel de hojas de acanto, que llegan a
mitad altura y que apoyan arcos ciegos apuntados. En el interior de alguno de
estos arcos encontramos ventanas ciegas con arcos de medio punto, muy gruesos,
que apoyan en columnas con capiteles de decoración vegetal.
CLAUSTRO o ARQUERÍA: De los ocho lados que tiene el claustro,
tres de ellos son originales del momento de la construcción de la iglesia,
concretamente aquellos que lo forman las parejas de columnas que tienen
capiteles historiados, mientras que los cinco lados restantes corresponden a
una reconstrucción realizada en el siglo XVII por encontrarse derruidos y en el
suelo dichos lados. Se cree que el claustro desde el momento de su construcción
se encontraba al descubierto, ya que no se han encontrado restos que permitan
fijar que existiera una cubierta sobre el mismo. El claustro está formado
por treinta y tres arcos de medio punto, es octogonal pero con la diferencia
que sus lados son desiguales. En cada lado del octógono, se suceden serie de
arcos cuyos pilares o columnas descansan sobre un pedestal interrumpido cada
cinco pasos. En total encontramos cinco interrupciones, que permiten el paso al
interior de esta arquería. El ancho del claustro es de aproximadamente cuatro
metros, y el número de arcos varía entre tres y seis arcos por lado. Los
arcos de los cinco tramos reconstruidos en el siglo XVII descansan sobre
pilares sencillos de sección cuadrada, sustituyéndose el capitel por una simple
moldura. Los arcos de los tres tramos restantes
(los originales), apoyan en dobles columnas con capiteles historiados, algunos
en bastante mal estado de conservación. Encontramos mascaras, volutas, temas
vegetales, entrelazados, animales diversos y representaciones bíblicas.
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