Castillo de Gardeny


Lleida una ciudad históricamente invadida por varias culturas, por ser cruce y lugar estratégico, se encontraba bajo el poder musulmán. Corría el año 1129 cuando el conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV iniciaba su asedio para liberarla desde la colina de Gardeny. Contó con la colaboración de los templarios, que contribuyeron con el envío de efectivos militares; y además con gran parte de la nobleza militar que se vincula a esta Orden y participa en la conquista. Por su aportación a la causa, todos estos templarios reciben como compensación numerosas donaciones condales y la mismísima colina de Gardeny. Una estratégica colina que ya antes de nuestra era, cuando la ciudad era "Llerda", fe utilizada como base de operaciones militares.


Es tanto el patrimonio recibido por sus servicios, que el maestre provincial se ve en la necesidad de crear una nueva "Domus" para poder gestionarlo, creando en 1156 la Casa de Gardeny, la sede de una nueva encomienda templaria con fray Pere de Cartellá como comendador. Lleida era por aquel entonces una de las principales ciudades de la Corona de Aragón y sede habitual de la Casa Real. La Casa de Gardeny llegó a gestionar un gran patrimonio y se convirtió en uno de los principales centros de decisión de la milicia en la Corona de Aragón y la casa depósito donde se custodiaba gran parte del tesoro real.

Pero en 1291 se hunde el ideario de las Cruzadas y fray Jacques de Molay se niega a aceptar la fusión de su orden con otros estamentos militares bajo las órdenes de un único rey. En 1294 las paredes de Gardeny acogen a Jacques de Molay, el que sería el último Gran Maestre de la Orden Templaria y que años después sería condenado a la hoguera en París. En 1312 la Orden del Temple se disuelve. Felipe IV el Hermoso y el Papa se encargan de lanzar una campaña de desacreditación de los templarios. Tras la caída de la Orden, la Casa de Gardeny pasa a formar parte de un nuevo priorato hospitalario con su sede en Amposta. Durante los siglos XVII y XVIII, el antiguo recinto medieval fue ampliado y transformado en un nuevo fortín militar, con diseños adaptados a la introducción de la artillería: murallas y baluartes, fosos, muros de contención….

Aunque el espacio está pendiente de una necesaria fase de restauración el Conjunto Monumental de Gardeny conserva aún numerosos testimonios de su glorioso pasado.

Su estructura y distribución corresponden claramente a los patrones de la arquitectura templaria de los siglos XII y XIII, inspirado en la arquitectura occitana, el convento conserva parte de sus murallas, la torre habitación o donjon de dos plantas , la torre del homenaje que albergaba las dependencias nobles de la casa y la Iglesia conventual de Santa María de Gardeny.

Figura en documentos desde el año 1156, esta iglesia tiene una importante excepcionalidad: sus pinturas murales del siglo XIII, uno de los escasos testimonios, en toda Europa, de pintura mural en edificios templarios. Curiosamente este templo fue utilizado hasta entrado el siglo XX como alojamiento de guarniciones militares. Uno de los lugares especiales es “La Terraza”, a la que se accede desde unas empinadas y ondulantes escaleras de caracol. Un extenso espacio abierto rodeado de almenas defensivas, desde el que en aquella época templaria podían divisar todas las huertas urbanas que poseían.

Este Conjunto Templario pertenece a la Red Domus Templi (las Casa del Temple). Un ruta que avanza a través de 3 territorios, cuya distancia máxima entre ellos no supera los 250 km. y que une Monzón (Huesca), Lleida, Miravet (Tarragona), Tortosa (Tarragona) y Peñiscola (Castellón) en un viaje por la historia del Temple. La ruta ofrece la posibilidad de descubrir la huella templaria en la Corona de Aragón, recorriendo los escenarios de los siglos XI y XII, en los territorios donde se fijó la frontera entre el mundo cristiano y musulmán. Y donde los templarios llegaron a articular grandes dominios feudales.



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