Alfonso VII, rey de León desde 1126 a 1157


    Nacido en Caldas de Reyes el 1 de marzo de 1105, es nuestro decimotercer rey de esta serie que empezamos el 18 de enero de 2017, hijo de Urraca y Raimundo de Borgoña. Fue educado por el conde de Traba, Pedro Froilaz, en Galicia, donde permaneció los primeros diez años de su vida. Por lo tanto era nieto de aquél poderoso castellano-leonés que fue Alfonso VI, y llegó a rey por una serie de circunstancias: en primer lugar que de los hijos de Alfonso VI, solo sobreviviera su madre Urraca I; en segundo lugar que el segundo matrimonio de ésta con Alfonso IU de Aragón fracasase. Lo cual desembocó en la sucesión a su la muerte de su madre en el año 1126.

    Alfonso VII gozaba desde antes de la coronación de las simpatías del reino, aunque tuvo que imponer su autoridad sobre aquellos nobles que en épocas anteriores habían actuado demasiado independientemente, tal es el caso de Los Lara o la de Gonzalo Peláez de Asturias. En 1128 había contraído matrimonio con Berenguela, hija del conde de Barcelona Ramón Berenguer III.

    Pero el camino no habría de ser fácil y los enfrentamientos con Alfonso I de Aragón fueron continuos hasta la muerte de éste en 1134. El camino estaba abierto para conseguir unificar todos los reinos cristianos peninsulares, "idea imperial". El 26 de mayo de 1135 se coronó emperador en León, a su coronación asistieron García Ramírez; el conde Barcelona, Ramón Berenguer IV (cuñado suyo); el de Tolosa Raimundo V, el reyezuelo de Rueda (Zaragoza), Abu Chafar Ahmad ben Hud y algunos procedentes de Gascuña y Provenza. No estuvieron Teresa de Portugal o su hijo Alfonso Enríquez, ni el nuevo rey aragonés Ramiro II el Monje, pacto con éste el matrimonio de su hija Petronila, con el primogénito de Alfonso VII, Sancho. Pero finalmente Petronila casó en 1137 con el conde de Barcelona, la unidad catalano-aragonesa alejaba la incorporación de Aragón a Castilla.

    Descontento el rey navarro por esa amistad catalano-aragonesa, se solucionó, por el momento, con la promesa de dos matrimonios, el del príncipe Sancho con Blanca de Navarra, y el del propio García Ramírez con Urraca, hija natural de Alfonso, pero la tensión volvería al firmar Alfonso VII y Ramón Berenguer IV el Tratado de Tudillén o Tudejen en 1151, por el cual se repartían las tierras musulmanas (la costa mediterránea hasta Murcia para Aragón, el resto para Castilla-León), sino también la propia Navarra.

    Respecto al-Ándalus, aprovechó la disgregación del imperio almorávide para extender las fronteras de su reino, hacia el sur. En 1133 recorrió el valle del Guadalquivir, llegando hasta Jerez; en 1139 tomó el castillo de Oreja (Madrid) y Albalate; y Coria (Cáceres) en 1142. En 1144 asoló al-Ándalus, llegando en 1146 a Córdoba, donde al desembarcar los almohades se retiró, dejando un gobernador musulmán vasallo. Aseguró los pasos de Sierra Morena, ocupando: Calatrava (Ciudad Real, en 1147), Uclés (Cuenca), Baeza (Jaén, en 1147), Andújar (Jaén, en 1155), Pedroche (Córdoba, en 1155) y Santa Eufemia (Córdoba, en 1155). En 1147 conquistó Almería, contando con la ayuda de los monarcas hispanos vasallos y buques genoveses y pisanos, que bloquearon Almería por mar.

    Alfonso VII puso sitio a Córdoba a Jaén y a Guadix, con la inestimable ayuda de Ibn Mardanis, el rey Lobo, señor de la taifas de Valencia y Murcia. En 1157 Almería fue sitiada y rendida por los almohades, sin que el auxilio del rey fuera suficiente para resistir. De regreso a Castilla, el 29 de agosto de 1157, murió en Fresneda cerca del paso del Muradal o de Despeñaperros. Con su muerte desaparecía la idea imperial, sustituida por la España de los Cinco Reinos (Portugal, León, Castilla, Navarra y Aragón), a la cual él mismo contribuyó al repartir su reino entre sus dos hijos: a Sancho III, el primogénito, le otorgó Castilla con Toledo y la Extremadura castellana; mientras que Fernando II, recibía León y Galicia.

    Había tenido a estos dos hijos con su primera mujer, Berenguela, en 1133 y 1137 respectivamente, con ella tuvo también a Constanza (que luego sería reina de Francia, al casar con Luis VII) y a Sancha (reina de Navarra al casar con Sancho VI). Muerta Berenguela en 1149, se casó Alfonso VII en 1151 con Rica, hija del desterrado conde polaco Ladislao II; de este enlace nació Sancha (reina de Aragón al casar con Alfonso II de Aragón). Tuvo también dos hijas naturales: Urraca (segunda esposa de García Ramírez de Navarra) de su relación con Guntroda; y Estefanía, tenida con Sancha Fernández de Castro.




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